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Convertirse en madre o padre es una experiencia maravillosa, pero también está llena de decisiones importantes. Elegir entre foulard o mochila es una de ellas, ya que el portabebés elegido no solo debe ser seguro para tu peque, sino también cómodo y ergonómico para ti.

Ambas opciones tienen ventajas claras, pero su elección dependerá de las características de tu bebé y tus necesidades como porteador. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellas.

El foulard: perfecto para los primeros días

El portabebés tipo foulard es una opción maravillosa para los primeros días y semanas de vida de tu bebé. Este tipo de portabebés se caracteriza por ser muy ligero y práctico, lo que permite un contacto piel con piel que refuerza el vínculo afectivo y favorece la lactancia. Además, es fácil de usar, ideal para mamás y papás primerizos que buscan simplicidad y cercanía.

Sin embargo, es importante considerar una limitación crucial: el foulard está diseñado para bebés muy pequeños, con un peso menor a 4.5 kilos. A partir de este peso, el material puede comenzar a ceder, lo que no solo supone un riesgo para la seguridad del bebé, sino que también puede ser perjudicial para la espalda del porteador. Esto significa que, aunque el foulard es una opción fantástica al principio, tiene un tiempo de uso limitado.

La mochila: una innovación versátil

En nuestra experiencia como fisioterapeutas pediátricas, hemos descubierto la mochila, un portabebés que combina lo mejor de dos mundos: la adaptabilidad y suavidad de un foulard, con la estructura y soporte de una mochila ergonómica.

Este híbrido es una excelente opción desde el nacimiento, ya que está diseñado para adaptarse a bebés muy pequeños y seguir siendo útil a medida que crecen. La mochila asegura una postura ergonómica tanto para el bebé como para el porteador, distribuyendo el peso de manera uniforme y evitando molestias en la espalda o los hombros. Además, su diseño asegura que las piernas del bebé estén en la posición de «ranita», fundamental para el correcto desarrollo de las caderas.

Otra gran ventaja de la mochila es su versatilidad. A diferencia del foulard, puedes usarla durante mucho más tiempo, lo que la convierte en una inversión práctica y duradera para las familias.

Entonces, ¿foulard o mochila?

La elección entre un foulard y una mochila depende principalmente del peso y las necesidades de tu bebé, así como de tus preferencias personales. Si tu bebé pesa menos de 4.5 kilos y buscas una opción ligera y cercana para los primeros días, el foulard es una gran elección. Por otro lado, si prefieres una solución que puedas usar desde recién nacido hasta los primeros meses, la mochila es una alternativa ergonómica y práctica.

Recuerda que lo más importante es que el portabebés sea cómodo y seguro tanto para ti como para tu bebé. Si tienes dudas, no dudes en consultar con un especialista en porteo o con tu fisioterapeuta pediátrica. ¡Disfruta del porteo y crea momentos inolvidables junto a tu peque!

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