La Fisioterapia Pediátrica se encarga del cuidado de los bebés, niños y adolescentes que presentan un retraso en su desarrollo psicomotor, ya sea patológico o no, y del asesoramiento a las familias. Su función primordial es la promoción de la salud y el bienestar general en la infancia con el fin de evitar patologías en la edad adulta. La evidencia científica ha demostrado los beneficios de la fisioterapia en edades tempranas.
¿Qué hace un fisioterapeuta pediátrico?
Los fisioterapeutas pediátricos son profesionales cualificados que aplican sus conocimientos a los niños desde su nacimiento hasta los dieciocho años mediante tratamientos y técnicas terapéuticas manuales y/o instrumentales.
Funciones de la fisioterapia pediátrica
La clave para que un tratamiento de fisioterapia resulte lo más efectivo posible en edades tempranas tiene su base en el conocimiento del desarrollo global del niño, niña o adolescente y no en el desarrollo independiente de cada órgano o sistema.
Los fisioterapeutas pediátricos realizan un trabajo transdisciplinar en coordinación con los demás profesionales sanitarios con el fin de conseguir una óptima calidad de vida y autonomía para los niños.
- Valoración general y específica del niño o niña, con o sin patología diagnosticada, y de su entorno.
- Determinación del tratamiento estableciendo los objetivos que se pretenden conseguir.
- Aplicación del tratamiento actuando conjuntamente con las familias y con los otros profesionales que traten al niño.
- Reevaluación del tratamiento comprobando la mejoría alcanzada y valorando cambios, siempre que resulte necesario.
- Intervenciones de carácter educativo preventivo y también formativo con los padres.
Patologías y afecciones
El campo de la fisioterapia pediátrica abarca diferentes patologías y afecciones. A continuación, enumeramos de manera resumida las más habituales:
- Neurológica y genética: parálisis cerebral infantil, parálisis braquial obstétrica, síndrome de Down.
- Neuromuscular: distrofia muscular de Ducheme.
- Músculo-esquelética: luxación congénita de cadera, plagiocefalias, tortícolis congénita.
- Respiratoria: bronquiolitis, fibrosis quística.
- Reumatológica: artritis infantiles.
- Digestiva: reflujo gastroesofágico, cólicos de lactante.
- Otras alteraciones del desarrollo normal como trastornos posturales o del sueño.